Luego de 30 años en la docencia quindiana, el calarqueño Riveiro Barrante Rojas dio un paso adelante participando en el más reciente concurso docente de méritos y se postuló para una rectoría en el lejano municipio de San Martín de Loba, sur de Bolívar. “En comparación con el Quindío, Bolívar tiene un atraso bastante significativo: la zona rural es bastante deprimida, y prácticamente uno no encuentra apoyo de ninguna entidad estatal; no existe ni siquiera el transporte público como tal y uno está solo con el equipo de docentes, incluso con éste incompleto. En este sentido, cuando uno regresa, valora mucho el apoyo del Gobierno del Quindío y su Secretaría de Educación”, reveló.
Sus palabras se dan en una coyuntura particular, porque luego de un año en el Caribe, el educador solicitó el traslado para su departamento natal aduciendo reunificación familiar. El cupo estaba disponible en la Institución Educativa San Vicente de Paul, en Génova. La directora Administrativa y Financiera de la cartera departamental, Liliana Esther Correa Yepes, explicó que este es uno de los casos de traslado que se han vivido en las últimas semanas en las rectorías del Quindío. “Desde finales de 2024 hemos tenido unas vacancias definitivas de rectores en La Tebaida y Génova, y este año una en Córdoba. Debimos hacer encargo a coordinadores mientras empezaban los traslados no ordinarios de rectores en propiedad, dado que ya no teníamos con lista de elegibles para ser nombrados directamente y como resultado contamos con dos rectores nuevos a quienes les auguramos los mejores éxitos”, expresó.
Además de la llegada de Barrante Rojas a la San Vicente de Paul, se hizo efectivo el ingreso a la José María Córdoba, de este municipio, de Hugo Hernán Rubio; así como de Cristian Cardona a la IE Naranjal, en Quimbaya, quien proviene de la Gabriela Mistral y que queda en encargo en manos de un coordinador mientras se surte el debido proceso para nombrar en posesión al rector. “Para nosotros es una alegría tener personas del Quindío al servicio de la educación del departamento y recuperar este talento humano capacitado. Por eso tramitamos las solicitudes después de un análisis exhaustivo de su situación y entender cada caso”, subrayó Correa Yepes. Mientras tanto para los nuevos rectores, es hora de asumir este nuevo reto con sus nuevas comunidades académicas, como es el caso de Riveiro, que retorna a una región con mayores posibilidades, pero que representa a su vez un desafío, porque “…allá teníamos una sede principal y dos más, pero acá asumo una principal y 10 sedes”, explicó con una sonrisa.